Un poco más de familia

Son muchos cambios por los que socialmente, cultural y económicamente los humanos hemos pasado. Es más difícil observar cambios en los sentimientos y emociones. Cambios en la forma de resolver los conflictos dentro de la familia, intentando que cada cual asuma su parte de responsabilidad dentro de núcleo familiar, de la relación entre los padres, adultos supuestos responsables de la convivencia en el seno de la familia, supuestos protectores de los hijos y a veces incapaces emocionalmente de prestarles protección porque no saben hacerlos de otra manera, no saben que lo pueden hacer diferente al modelo que han tenido, o que simplemente pueden aprender a hacerlo de otra forma..

Los hijos son seres diferentes a los padres, únicos e irrepetibles, como cada ser humano lo es, los hijos llegan a una familia, con toda una historia, la mayoría de las veces sin elaborar, los hijos movilizan recuerdos y emociones en los padres, las cuales pueden ser de vulnerabilidad, de miedos, de resistencia o de acción. Acción que según intervenga el miedo puede ser de paralización o de huida; porque no siempre la acción es creativa, constructiva, puede ser destructiva, de dominio, de lucha de poder, de no innovar, de experimentar nuevas formas de hacer que ayuden a avanzar, a desarrollase, a crecer, puede ser algo repetitivo, familiar, no cuestionándose que se puede aprender otra nueva manera de relación.

Los padres deben ser contenedores de los hijos le suceda, lo que a ellos le suceda, (trabajo, sociedad, enfermedades). Pero no siempre se puede hacer, porque a veces son tantas las cargas humanas las que arrastramos qué, o nos paramos a mirarlas, a trabajarlas o por el contrario continuamos la cadena humana familiar, transmitiendo la herencia emocional, “episódica” familiar, afectiva…

Con el divorcio podemos dar solución a una relación conflictiva pero si continuamos la pelea no solucionamos nada al contrario, dañamos, elevamos el sufrimiento de todos los miembros, desprotegiendo a los hijos que son los más vulnerables, generando violencia como mínimo psicológica.

Si consideramos el divorcio como una forma de resolver un conflicto, a veces personal, a veces relacionar… que sea de verdad y para el bien de todos, que los hijos puedan aceptar que su familia es bi-nuclear, es decir, que tienen dos casa en las que poder estar, pasando libremente de una a otra sin miedo, sin vulnerabilidad porque a pesar del divorcio de sus padres, (la pareja es la que se separó), siguen siendo sus padres, (como padres no se separan, deben seguir unidos para seguir velando por el bien de sus hijos).

Por tanto ayudemos a generaciones venideras liberarse de cargas ancestrales resolviendo las propias, haciendo evidentes mitos y tabúes familiares, respetando que como personas estamos en constante dialéctica, dialéctica que afecta a las relaciones y que toda forma parte de la vida del ser humano, al que considero con los mismos derechos y deberes.

Agradezco la lectura y espero pueda ser útil.